La homeopatía en la alergia al polen

Alergia

Desde el equinoccio de primavera hasta el equinoccio de otoño, aproximadamente de marzo a octubre, el aire se llena de granos de polen que hacen que los alérgicos padezcan una serie de molestias que influyen en su ritmo cotidiano de su vida.

Cuando se padece alergia el sistema inmunitario identifica erróneamente como intrusos indeseables, en este caso, los granos de polen, y desencadena una batería de reacciones: estornudos, goteo nasal, congestión nasal, lagrimeo, picores, escozor y enrojecimiento ocular1

Al mismo tiempo, pueden aparecer otros signos que además interfieren en la vida cotidiana: trastornos del sueño relacionados con la dificultad respiratoria, fatiga, dolores de cabeza, dificultades para concentrarse o irritabilidad, entre otros.

La alergia al polen conocida también como fiebre del heno puede provocar rinitis alérgica, esto es, un conjunto de síntomas que afectan la nariz y que se producen por la inhalación de alguno de los elementos a los que la persona es alérgica: polen, polvo, etc.

Tipos de pólenes

Como existen distintos tipos de pólenes, identificar a cuál de ellos tenemos alergia es importante para determinar el tratamiento a seguir. Los pólenes más frecuentes son:

  • Pólenes de árboles: abedul, aliso, carpe, ciprés, avellano, castaño, roble, haya, sauce, álamo…
  • Pólenes de gramíneas: avena, trigo, centeno, maíz, cebada, fleo, grama…
  • Pólenes de herbáceas: llantén, ambrosía…

¿Qué puede hacer la homeopatía en el tratamiento de las alergias?

Los síntomas de la alergia pueden tratarse con medicamentos homeopáticos. Son compatibles con otros tratamientos antialérgicos y no se han asociado efectos secundarios relevantes asociados a su toma.

Además, la homeopatía es eficaz para el tratamiento sintomático de las crisis y también como tratamiento de base durante toda la estación alérgica. La elección de un medicamento homeopático u otro dependerá de cada caso.

Así, algunos actúan directamente sobre los síntomas de la alergia (estornudos, goteo o congestión nasal, lagrimeo, etc.); otros están elaborados en base a pólenes alergénicos y pueden, en un tratamiento de base, reducir progresivamente su sensibilidad a los pólenes; mientras que otros medicamentos homeopáticos están fabricados a partir de histamina o de mediadores de la reacción alérgica y pueden modificar su “terreno” alérgico.

(1) Enquêtes ERASM, ERAP ; Recommandations pour le diagnostic et la prise en charge de la RA, Rev Mal Respir 2010 ; 27 : S79-S105

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