Movimiento consciente y fibromialgia

Fibromialgia y fibroparla

 

Cuando hablamos de fibromialgia, hablamos de un síndrome que se caracteriza por fatiga, un sueño no reparador, dolor generalizado, o mejor dicho continuo, no relacionado con la actividad y sin una lesión orgánica que se pueda evidenciar, rigidez en las articulaciones y alteraciones del estado de ánimo, que nos supone una disminución de nuestra calidad de vida en las personas afectadas.

Introducir algunas variables en nuestros hábitos y rutinas diarias, puede suponer modificar nuestra calidad de vida, mejorando la eficacia de los tratamientos o sin ellos, nuestro estado físico y mental.

Numerosos estudios han evidenciado que un entrenamiento en actividades físicas y mentales influyen en nuestro estado de ánimo y en nuestro cuerpo, disminuyendo nuestra percepción subjetiva del dolor, de nuestro sufrimiento.

¿Qué podemos hacer?

Cuando nos sentimos cansadas y con dolores es difícil emprender un entrenamiento en algún ejercicio físico, pero este tipo de ejercicios que tenemos a nuestro alcance a través de MOVIMIENTOS CONSCIENTES, nos permite poder realizar unos ligeros estiramientos, suaves, controlados, con mínimo esfuerzo, que favorecen nuestro movimiento a lo largo del día posteriormente.

Un ejemplo de ello, lo tenemos en algunas recomendaciones como realizarlo tres veces por semana, nos puede mejorar esa percepción del dolor y el impacto que eso produce finalmente en nuestra mente, nuestro estado de ánimo y una mejora visible en nuestro bienestar general.

Podemos realizar Chi Kung, Caminatas conscientes de 15/20 minutos o simplemente movimientos conscientes controlados, en nuestra casa, que nos ayuden a mejorar nuestra flexibilidad, agilidad y autonomía.

Cuando hablamos de controlados, significa que tenemos que tener también presentes otros dolores que podamos tener fuera de la fibromialgia como artrosis, lesiones en la rodilla, trocanteritis, etc., y ante esos es recomendable consultar a nuestro doctor/a o fisioterapeuta.

También tengamos en cuenta que los resultados no podemos buscarlos de forma inmediata, sino en varias semanas, y de forma continua, realizar la actividad para no recaer.

Algunos consejos para realizar MOVIMIENTOS CONSCIENTES:

  • Mientras estás en cada postura, sé consciente de las sensaciones que estás experimentando en todo tu cuerpo. Vete fijando en el músculo, los tendones, en las tensiones, en la relajación, en si hay diferencia entre una parte del cuerpo y la otra…
  • Y si quieres, puedes utilizar la respiración para relajar y estirar las partes del cuerpo más directamente involucradas. Al inspirar… podrás estirar y al espirar relajarás la zona.
  • La idea es relajarse en cada postura, lo mejor que se pueda, y respirar muy conscientemente durante todo el proceso. Uniendo de forma coherente la respiración con el movimiento siempre que se pueda. Al principio lo haremos de forma más artificial y poco a poco vendrá la naturalidad.
  • La ejecución de las posturas es lenta, muy lenta, para que pueda ser consciente. Esto facilita el estado de concentración y minimiza los riesgos anatómicos, para que no te hagas lesiones.
  • Si algunos de los ejercicios no son adecuados para ti, o si tienes una lesión, siéntete en libertad de eliminarlos de tu práctica o consultar como hemos comentado anteriormente.
  • Entra en tu zona saludable de estiramiento. Explora tus límites suavemente con cariño y con respeto hacia tu cuerpo. No es intentar romper los límites de tu cuerpo, por querer transformarlo en un ideal, e idealizar las posturas los más perfectas posibles. Esos límites podrás traspasarlos cuando tu cuerpo te diga si mantienes la práctica, de forma natural. Observar y explorar el límite entre lo que tu cuerpo puede hacer y dónde dice detente por ahora.
  • Es importante no alterar intensamente el ritmo cardio vascular y el ritmo respiratorio. Por ello, en la práctica del yoga o movimiento consciente, se tiende a relajar entre postura y postura, yendo a la posición neutral.
  • No te fuerces, en vez de forzarte en realizar ese ejercicio físico concreto que te molesta, lo visualizas como si lo hicieras. Esta es una práctica en la que tienes que cuidar, que usar tu juicio, tu sentido común y tomar responsabilidad por tu propio cuerpo. No te involucres en una competencia contigo misma, y si lo haces, nótala y déjala ir.

No hay nada que ganar forzando el cuerpo tan lejos, porque los músculos no se pueden estirar en esa zona. De hecho, rápidamente empiezan a acortarse intentando proteger las articulaciones a las que sirven.

Este punto de equilibrio es cuando tiene lugar la magia del MOVIMIENTO CONSCIENTE, se abren nuevos caminos corporales que somos capaces de experimentar muy directamente.

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